CLAROSCUROS
Nuestro frenesí por el suicidio colectivo: México 2020
José Luis Ortega Vidal
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Vivimos un derrumbe de nuestro mundo armados de frenesí.
Entre más rápido destruyamos todo, mejor, es el sino de la postmodernidad del postmodernismo.
Van algunos datos:
-Un indígena Popoluca de San Pedro Soteapan fue denunciado -y capturado- tras ser sorprendido en la flagrancia de violación contra un menor de edad también Popoluca y con Síndrome de Down.
La madre del menor ha muerto un buen tiempo atrás, su padre es el único responsable de su cuidado y en la denuncia del hecho familiares lo acusan como cómplice del abuso sexual constante pues sabía del mismo y no lo detuvo ni llevó el tema ante el Fiscal.
-Otro caso de violación contra menores de edad, esta vez niñas, ocurrió en Hidalgotitlán -también al sur de Veracruz-. El presunto responsable es padrastro de las víctimas. Una vez más, la madre habría estado informada y habría promovido la impunidad de su pareja hoy prófuga.
-Coatzacoalcos es con las ciudades de Veracruz y Poza Rica, la población pico en el contagio de Covid19.
Allí, además, la muerte no pide permiso alguno dada su apropiación de la entidad veracruzana toda.
Ocurre que a Coatzacoalcos trasladan a enfermos o sospechosos de contagio por la pandemia de más de cincuenta municipios sureños e incluso de estados vecinos como Oaxaca y Tabasco.
No todos los muertos por Covid19 en el antiguo Puerto México son nativos del lugar.
Sin embargo al fenecer allí se les registra en ese nudo gordiano llamado estadísticas federales y estatales sobre el Coronavirus.
Si López Gatell pasó de figura emblemática de la ciencia mexicana dueño de un carisma poco común y un manejo del discurso ante los medios masivos aún más extraño para una figura de su talante profesional, a convertirse en un Rockstar político, en la cota de malla de Andrés Manuel López Obrador…
Pero lo patético radica en las estadísticas cotidianas falsas del vocero oficial sobre la Pandemia en los tiempos de la Cuarta Transformación y en el dolor no evitado de muertes a consecuencia de:
- Una estructura de Salud corrupta desde varias décadas atrás
- Una estructura de Salud con manejo ineficaz durante dos años de la 4T
- Una estructura de Salud desmantelada desde antes y desde ahora, de modo que los actuales hombres y mujeres en el Poder ya no tienen pretexto para justificar las más de 30 mil muertes que aporta México a la cifra mortal internacional del COVID
- Añadamos elementos sociológicos, anejos y renovados: el aislamiento -herramienta clave para detener los contagios- no es posible en un país con 54 millones de pobres.
- Cito datos del INEGI respecto al empleo, donde la mayoría de mexicanos se gana la vida y ello impide aislarlos y atenderlos en un sector salud oficial desmoronado:
“Casi 58 millones de personas en México son económicamente activas. 55 millones y medio tienen una ocupación, de éstos, 31 millones tienen empleo en el sector informal; es decir, 6 de cada 10 mexicanos.
Las personas más jóvenes y las adultas mayores se encuentran en mayor proporción en la informalidad; están entre 15 y 19 años o son mayores de 60.
Los jóvenes de 15 a 19 años, la mayoría son hombres y en el caso de los mayores de 60 que trabajan en la informalidad, la mayoría son mujeres.
En este grupo que se considera sector informal, aunque no trabajan en la calle, poco más de 18 millones de personas presentan condiciones laborales consideradas informales, ya sea por autoempleo en la agricultura, por empleo no remunerado o carencia de seguridad social.” (1)